23/11/2025
A un mes del 26-O, Milei fagocita a sus aliados y arma su quórum en el Congreso sin intermediarios
Fuente: telam
El Gobierno consolidó un bloque propio y será la primera minoría. Karina, Martín Menem y Bullrich desarticularon al PRO y a la UCR. Nace “la liga de la gobernabilidad”, edición limitada. El peronismo no logra frenar las fisuras y ordenarse. Cómo sigue la paciencia social de un núcleo blando con poco resto
>Fueron días de negociaciones frenéticas. Patricia Bullrich fichaba aliados del PRO y de la UCR mientras Martín y Lule Menem se dedicaban a desarmar al peronismo. El Gobierno transitó así el primer mes tras las elecciones de medio término, rearmando la gobernabilidad con aliados fagocitados y un quórum asegurado sin intermediarios.
Después de esquilmar al PRO, el otro bloque en crisis que observa con ansias el oficialismo es el de la UCR, sobre todo entre aquellos legisladores con terminal en gobernadores aliados, como Chaco y Mendoza. Entre los libertarios abren la puerta a la incorporación de la mendocina Pamela Verasay y el chaqueño Guillermo Agüero. Pero el gobernador Alfredo Cornejo tiene otros planes y promueve a la primera como jefa de bloque de lo que sería el escuálido radicalismo oficial. El asedio a los aliados se expande también a los despachos. Martín Menem ordenó que el radicalismo devuelva el ala derecha del segundo piso que ocupa en el palacio parlamentario. La resolución fue para todos los bloques, pero sobre todo para el centenario partido que con su representación tan diezmada no puede seguir gozando de privilegios de otros años.
El oficialismo disfruta por ahora de las matemáticas que sólo le derivan sumas para su propio bloque y restas para el peronismo. El Gobierno espera para estos próximos días el premio mayor: achicar el número de Unión por la Patria, el último eslabón de su trabajo de este mes para conseguir convertirse en la primera minoría. Ya logró que el tucumano Javier Noguera aceptara la “invitación” del gobernador Osvaldo Jaldo para sumarse a su bloque propio, Independencia, y está en etapa final la definición de los cuatro catamarqueños que responden a Raúl Jalil. Será el golpe de gracia. El gobernador se reunió el martes pasado con Germán Martínez, jefe del bloque de UP. Le dijo que todavía no había tomado una decisión. Eso en lo formal. En las filas de Martín Menem, principal operador del salto del gobernador, contemplan otro plan: que la decisión ya está tomada y sólo falta el anuncio. Confían en que en los próximos días la Casa Rosada publicará el decreto con el traspaso a la provincia de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD). A esta altura de la negociación, todo depende de María Ibarzabal, la secretaria de Legal y Técnica. Jalil pasó el lunes a verla por la Casa Rosada. Según los Menem, el acuerdo está sellado. Sólo falta la publicación en el Boletín Oficial. Nadie parece estar dispuesto todavía a dar el primer paso, como en el amor. Y no es casual eso del factor emocional. La diputada Silvana Ginocchio, de ascendencia en el cristinismo y mujer de Jalil, era la que más se resistía entre los catamarqueños a seguir las nuevas alianzas del gobernador. El 10 de diciembre termina su mandato. Y él queda con las manos libres para avanzar. El mismo problema lo está padeciendo ahora José Mayans, en el Senado. “Perón decía que en la política, el orden no existe jamás”, recita el formoseño, que este fin de semana se quedó en Buenos Aires para ultimar detalles de los últimos días en los que ostentará la mayoría. “Hablé con Manzur, estaba en Nueva York”, lo excusó, sobre el faltazo del senador electo a la cena del miércoles pasado en la sede del PJ donde el bloque peronista mostró más ausencias que presencias. De sus futuros y prometidos 28 integrantes, había 15. Tampoco estuvieron los cuatro legisladores del bloque Convicción Federal, distantes de la conducción de Cristina Kirchner. Son Carolina Moisés (Jujuy), Fernando Salino (San Luis), Guillermo Andrada (Catamarca) y Fernando Rejal (La Rioja). Desde afuera se hicieron notar. “Bueno... siguen declarando ´unidad´ sin convocar a nadie. Siguen imponiendo sin consensuar ni una idea. ¿Unidad es con otros o con ellos mismos? Puros, el que piense distinto que se vaya. Me parece que ese es el mensaje de hoy. Subordinación o traición”, se descargó Moisés en redes sociales.Tampoco estuvo en la cena el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, que dos días después recibía en su provincia al ministro del Interior, Diego Santilli. En unos días ingresará a la Cámara alta como senador. Hará un bloque propio con Elia Moreno. “Él hace su bloque pero trabajamos muy bien juntos”, le baja el tono Mayans. De todas maneras, el peronismo se expone a que los prometidos 28 senadores del bloque unificado bajo el nombre Justicialista pasen en unos días a ser sólo 22. Zamora tiene juego propio y está en carrera para una futura candidatura presidencial.
Mientras tanto, Mayans ya se prepara para los cruces que tendrá con Patricia Bullrich. Todavía no se vieron, pero le hace una invitación sugestiva. “Ella tiene 20 senadores y yo otro tanto si nos juntamos ponemos todos los jueces de la Corte”, lo han escuchado decir. Hay quienes dicen que Bullrich quisiera ocuparse de ese tema. La todavía ministra de Seguridad ya desembarcó en el Senado y levanta el perfil. Empoderada por Karina, apeló a un nuevo comunicador creativo que la muestra menos rígida, como en la convocatoria en busca de detectives en la que la caricaturiza como “Tía Sam” o la promoción de la edición limitada de los DNI con su firma. Fue la gran artífice del salto de los diputados del PRO a LLA, y tiene en carpeta la incorporación de algún otro senador, o más bien senadora, del radicalismo al espacio que ya preside. En el peronismo apuestan a que podría ser Carolina Losada.Los reacomodamientos en el Congreso son clave para la etapa que viene. El viernes juran los nuevos senadores y el 3 de diciembre lo harán los diputados. El peronismo en el Senado insiste con la posibilidad de avanzar en otra sesión de despedida, el jueves, antes del ingreso de los nuevos legisladores, pero con el bloque implosionado, es poco probable que pueda concretarlo. Encima, Martín Lousteau no garantiza apoyo y los temas a tratar, como las nuevas autoridades de la AGN, no terminan de tener consenso.