27/01/2025
La vida de Mikhail Baryshnikov: una pérdida temprana, la danza como refugio y su cinematográfica huida de la Unión Soviética

Fuente: telam
El eximio bailarín, considerado en la actualidad como el mejor del mundo en su rubro, nació el 27 de enero de 1948 en Letonia y comenzó a estudiar ballet siendo un niño. Su infancia marcada por el suicidio de su madre y la noche de junio de 1974 en la que decidió desertar de la URSS para pedir asilo en Canadá y empezar, así, su camino en el “mundo libre”
>“Los bailarines se hacen, no nacen”, dijo en alguna oportunidad Mikhail Baryshnikov, quien este 27 de enero está cumpliendo 77 años. Se consagró como el mejor bailarín del siglo XX, tanto por su performance en el Ballet Bolshoi como en el American Ballet Theatre. Pero también como actor, actividad con la que fue nominado a un Premio Oscar por su participación en Momento de decisión y por la que llegó a convertirse en uno de los protagonistas masculinos de Sex and de city. Y muchos lo consideran insuperable. Pero él, sin embargo, sigue manteniendo su ego muy bien domado.
“Adoraba a mi madre y siempre tendré recuerdos extraordinarios de ella. Me abrió puertas para apreciar las artes”, reconoció. Y de hecho, el arte fue lo que lo salvó. En 1963 visitó Leningrado (hoy San Petersburgo) y se sumó a la Academia Vagánova de Ballet junto al maestro Aleksandr Pushkin. Y, cuando egresó en 1966, se unió al Ballet Kirov (hoy Mariinsky) para debutar, directamente, como solista en Giselle. Su talento era mayúsculo y su carrera parecía imparable. Paralelamente, Mikhail comenzó una relación sentimental con la bailarina Irina Kolpaklova, una de las mejores de su época. Y, cada vez más, empezó a pensar en la manera de trabajar con directores occidentales, imaginando un futuro diferente.
Tenía 26 años y un nombre reconocido cuando, la noche del 29 de junio de 1974, decidió desertar. Acababa de realizar una presentación con la compañía del Ballet Bolshói en el centro de Toronto, cuando cruzó la puerta que daba al escenario, esquivó a los admiradores que lo esperaban para pedirle autógrafos y comenzó a correr hacía un vehículo en el que lo esperaban un grupo de amigos canadienses y estadounidenses. Pidió asilo político en Canadá y se lo dieron. Desde entonces, todo cambió para él. “Ese auto me llevó al mundo libre. Fue el comienzo de una nueva vida”, reconoció Baryshnikov.Su huida se escribió en la portada de los diarios más importantes de la época. “No soy un desertor, soy un elector. Fue mi elección. Elegí esta vida”, aseguró el bailarín, que buscaba escapar del comunismo. Y que sabía que su decisión podía llegar a poner a prueba a su padre militar, que sería interrogado por los servicios de la KGB. Pero el hombre se negó a escribirle pidiéndole que volviera a su tierra y nunca respondió a las cartas de su hijo para no comprometerlo. Años más tarde, en 1980, falleció sin volver a tener ningún tipo de contacto con él.¿Qué pasó con su vida personal? En 1976 comenzó una historia sentimental con la actriz Jessica Lange, con quien tenía que comunicarse en francés -idioma que había aprendido en su infancia- dado el poco dominio del inglés que tenía por esos tiempos. De esa relación nació su hija mayor, Alexandra. Pero la pareja se terminó en 1982. Después, Baryshnikov tuvo algunos romances con mujeres famosas, como la estrella italiana Isabella Rossellini o la cantante Liza Minnelli, pero que no prosperaron. En tanto, en 2006 y tras varios años de noviazgo, contrajo enlace con la bailarina Lisa Rinehart, con quien tuvo a Sofía, Anna y Peter.
Nunca dejó de trabajar, ya sea bailando, actuando o dando clases. Y brindándose por completo a cualquiera que fuera la actividad que eligiera para los distintos momentos de su vida y en los diferentes países que visitó. Los argentinos tuvieron la oportunidad de verlo en Buenos Aires en varias ocasiones. Se presentó por primera en 1979, cuando engalanó al Teatro Colón junto a Patricia Mc Bride haciendo El Corsario, Arlequinaa y Other Dances. Y por última vez en 2017, cuando protagonizó con la obra Letter to a Man en el Ópera Allianz.¿Si le teme a la muerte? “Como todos, imagino. Le daré la bienvenida a la muerte, si es inmediata. Me gustaría morir sin sufrimiento, preferentemente en medio de la noche, dormido”, aseguró el hombre que deslumbró con su excelencia en cada uno de sus trabajos.
Fuente: telam