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28/04/2025

Alejandro Vázquez, de Tiendanube, en La Escalada: “Queremos ser ese aliado que entiende lo difícil que es empezar”

Fuente: telam

El cofundador de este emprendimiento cuenta sus comienzos y como lo influyó el ejemplo de trabajo de sus padres

>La voz de Alejandro Vázquez baja unos tonos cuando nombra a su padre.

Construcción, taxi, rotisería. Un hombre de oficio que nunca esperó que su hijo construyera otra cosa: una plataforma tecnológica que revolucionaría el comercio online en América Latina. No fue una herencia explícita, pero sí una forma de estar en el mundo. Hacer. Hacer con las manos, con el cuerpo, con lo que hubiera.

Vázquez es el cofundador y actual presidente de Tiendanube. Los inicios fueron con Santiago Sosa, Martín Palombo, Alejandro Alfonso y José Abuchaem. Estos dos últimos no continúan en la empresa.

Creció en una casa donde el sacrificio era el idioma cotidiano. Los estudios superiores eran un horizonte lejano. Alejandro los convirtió en realidad gracias a una beca que lo llevó al ITBA, una de las universidades más exigentes del país en tecnología e ingeniería.

—La carrera me fascinaba. Era negocios aplicados al mundo tecnológico. Pero privada. Y eso estaba lejos del alcance de mi familia.

En casa se apoyaba, pero no se comprendía del todo ese impulso de crear algo que todavía no existía. ¿De dónde venía ese fuego?

Apenas entró al ITBA, se involucró en una ONG universitaria que organizó un evento para estudiantes de todo el mundo, en Buenos Aires.

Ese caos productivo fue un espejo. Se dio cuenta de que le gustaba liderar, pensar, ensuciarse con lo abstracto. No estaba solo. En ese entorno conoció a otros estudiantes que, como él, soñaban con crear una empresa desde cero.

No estudiaban informática. Pero tenían hambre.

Era 2008. Internet ya era algo común, pero no lo suficiente.

Lo que vino fue Link Store, un intento de marketplace que conectara redes sociales y transacciones. Vos querías vender una bici, yo quería comprarla, y Brenda —tu amiga y la mía— era el puente. La confianza circulaba por el grafo social.

Sonaba prometedor. Pero falló.

Aunque algunos lo usaban. Para otra cosa.

“No sé qué están intentando hacer ustedes, pero yo muestro mis productos acá”. Ese comentario lo marcó.

Allí apareció la chispa real. La idea que cambiaría todo: ¿Y si hacían una plataforma tan simple como abrirse una cuenta de Facebook, pero para tener una tienda online?

—Una plataforma de e-commerce para vender por internet, directo al consumidor, sin saber de tecnología. Y a un valor accesible.

El rechazo fue frontal. Cuando salieron a buscar inversión, el mercado no los tomó en serio.

Ahí aprendieron una lección clave.

Fue una estrategia de supervivencia. Pero también una decisión de foco.

160.000 tiendas activas. Presencia en Argentina, Brasil, México y Colombia. Crecimiento exponencial.

Ese “wow” no es grandilocuente. Es sincero. Alejandro Vázquez no habla como un gurú tech. Habla como alguien que estuvo muy cerca de que todo saliera mal muchas veces.

—Siempre tuvimos claro que queríamos ayudar a emprendedores. Esa misión nos sostenía.

Tiendanube hizo varias rondas de inversión antes de llegar al hito de los 500 millones de dólares. Pero siempre fueron cautelosos.

En momentos de abundancia, resistieron la tentación del gasto innecesario.

Esa filosofía austera fue un pilar silencioso. Nunca fue marketinera. Pero fue decisiva.

Cuando en 2020 la pandemia paralizó el mundo, Tiendanube explotó.

—Antes de la pandemia, solo el 5% del comercio era online. Después subió al 10%. Y hoy estamos en el 15%.

—El comercio electrónico se consolidó. Y nosotros estábamos listos.

Fue el momento de validación definitiva.

Ya no están solos. La competencia aumentó. El mercado cambió. Pero Alejandro insiste en que el espíritu fundacional sigue intacto.

Las nuevas generaciones de emprendedores llegan con más herramientas, más confianza digital. Pero también con ansiedad, ruido y vértigo.

—Queremos seguir siendo ese aliado que entiende lo difícil que es empezar. Y acompañar el proceso con tecnología que no asuste.

Alejandro Vázquez no es un gurú. Ni un rockstar del Silicon Valley. Es un tipo que creció viendo a su viejo cambiar de rubro para llevar el pan a la mesa. Y que convirtió esa enseñanza en un sistema que hoy impulsa a miles de emprendedores.

—A veces, en medio del quilombo, me olvido de todo lo que logramos. Pero después miro para atrás y pienso: esto lo hicimos nosotros. Con nuestras manos. Como mi viejo.

Fuente: telam

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