25/01/2025
Un avance genético promete eliminar las interacciones peligrosas entre el pomelo y ciertos medicamentos
Fuente: telam
Un descubrimiento científico impulsa la creación de nuevas variedades del fruto que no afecten negativamente la acción de algunos fármacos
>Un avance en la investigación Las furanocumarinas, presentes en el pomelo y otros cítricos como las limas, interfieren con una enzima intestinal llamada CYP3A4, que metaboliza ciertos medicamentos, según Scientific American. Al desactivar esta enzima, los niveles de los medicamentos en el torrente sanguíneo pueden aumentar peligrosamente, incrementando el riesgo de sobredosis. En otros casos, como con ciertos antihistamínicos, el efecto puede ser el opuesto, lo que reduciría la eficacia del medicamento. Sin embargo, frutas como las naranjas Valencia y las mandarinas contienen niveles insignificantes de estas sustancias, lo que las hace seguras para el consumo junto con medicamentos.
El equipo del Instituto Volcani, liderado por el profesor Yoram Eyal, ha dado un paso crucial al identificar un gen que regula la producción de furanocumarinas en el pomelo. Los investigadores lograron este avance, cruzando pomelos con mandarinas y analizando la genética de las plantas resultantes. Descubrieron que aproximadamente la mitad de las plantas produjeron furanocumarinas, mientras que la otra mitad no, lo que indicó que un solo gen podría ser responsable de esta vía biosintética.El problema de las interacciones entre el pomelo y los medicamentos no es nuevo, y ya se habían realizado esfuerzos para eliminar las furanocumarinas del jugo de pomelo mediante procesos químicos. Sin embargo, según explicó Paul Watkins, director del Laboratorio Watkins de Ciencias de la Seguridad de Medicamentos en la Universidad de Carolina del Norte, estos métodos resultaron costosos y afectaron negativamente el sabor del jugo. Además, el proceso eliminaba otros compuestos importantes, lo que reducía la calidad del producto final.
El equipo del Instituto Volcani ya está utilizando CRISPR para desarrollar árboles de pomelo que carezcan del gen responsable de la producción de furanocumarinas. Según Eyal, este proceso podría tardar alrededor de cuatro años antes de que los árboles editados genéticamente comiencen a producir frutos. El objetivo final es crear una variedad de pomelo que pueda clasificarse como genéticamente editada, pero no como un organismo modificado genéticamente (OGM), ya que no se introducirían genes nuevos en la planta.
En países como Israel y Estados Unidos, los cultivos editados genéticamente con CRISPR que no contienen genes externos pueden no ser considerados OGM, lo que facilitaría su aceptación comercial y regulatoria. Además, Eyal señaló que la eliminación de las furanocumarinas no parece afectar la resistencia de los árboles a enfermedades o plagas, ni comprometer los beneficios nutricionales del pomelo, que sigue siendo rico en antioxidantes como la vitamina C y los flavonoides.Eyal expresó que el objetivo a largo plazo es proporcionar estas nuevas variedades de pomelo a los productores, lo que podría revolucionar la industria de los cítricos y resolver un problema que ha limitado el consumo de esta fruta durante décadas. Si los esfuerzos del equipo tienen éxito, el pomelo podría recuperar su lugar en la dieta de millones de personas que actualmente deben evitarlo debido a sus interacciones farmacológicas.
Fuente: telam